jueves, 1 de mayo de 2014

"All in"

No soy un buen jugador de póquer. Mi capacidad para medir e interpretar las variables matemáticas que intervienen en el juego es nula. La única oportunidad que tengo es dejar que el azar esté a mi favor. Estrategia poco práctica, pero que de vez en cuando tiene sus resultados. De cualquier modo, no me gustan las cartas. Lo que me gusta es tirarme el farol, poner todas las fichas sobre la mesa y decir "all in". O en su defecto, cerrar los ojos y repetir este mantra antes de lanzarme por un descenso. 


La aparición de la Alpine Quattrathlon presenta un verano alpino muy interesante. No es una carrera al uso, combina cuatro disciplinas: carrera por montaña, carrera por asfalto, ciclismo de montaña, y de nuevo, bicicleta por asfalto. Este popurrí es una creación de la marca Gore-Tex, y cuenta con la colaboración del triatleta Jan Frodeno -campeón olímpico- y de Clemens Deilmann, que es diseñador de la marca. Estos dos serán los encargados de seleccionar a los participantes. Solo habrá treinta dorsales y serán para deportistas populares a los que, además, se les dará el material necesario para completar la prueba. 

Plan de publicidad aparte, es un formato innovador, y que reluce especialmente por su sentido del amateurismo. Las distancias y el orden de los segmentos son asequibles -que no fáciles-. El primer día los participantes tendrán que completar una ruta de 25 kilómetros de trailrunning y al siguiente se subirán en la bici de carretera para hacer otros 140 kilómetros. Empezarán corriendo en Austria y acabaran pedaleando en Alemania. La siguiente prueba estará completa cuando, cambiando de montura, termines los 45 kilómetros de bicicleta de montaña por tierras italianas. Esto el tercer día. Solo queda deslizarse, o arrastrarse, por el asfalto de la última jornada: 30 kilómetros de carrera a pie. 

Hay carreras de todo tipo, y lo que han intentado hacer en la Alpine Quattrathlon es un evento diferente, pequeño y coqueto. La combinación de deportes es, como mínimo, muy sugerente. Al fin y al cabo, no solo nos gusta correr, y todos probamos de todo. Soy de los que apuestan por la variedad bien entendida, en cualquier ámbito. Es cierto, habrá quien diga que ya existen cosas muy parecidas, o que a él mismo se la ha ocurrido un evento así en algún entrenamiento que acabó en desvarío. En cambio, hay que aplaudir que ese desvarío se haya hecho realidad.  

A veces criticamos a las grandes marcas, y con razón, pero aquí veo algo distinto. Es una apuesta fuerte, bien tutelada, y que podría estar organizada por cualquiera de nosotros, pues premia la diversión y el buen trato y no el beneficio económico. En julio veremos si Gore-Tex se ha tirado el farol o ha puesto las fichas sobre la mesa sabiéndose ganador.