domingo, 13 de julio de 2014

Maratón

La palabra maratón me suena tan lejana que nunca me he preocupado por ella. Soy una persona insegura, me cuesta creer en mis posibilidades, y por eso necesito ir paso a paso, muy poco a poco, hasta tener confianza para pasar al siguiente nivel. No me obsesiono, ni tengo prisa. Llevo tres años corriendo y nunca he pasado de la media maratón, pero llevo seis meses vagando en la desmotivación. No tengo claro quién me obliga a apuntar más alto, no sé si es mi cuerpo o mi mente. Puede que sea cosa de los dos, pero lo necesito.



Podría hablar de Filípides o de otras gestas de la maratón para aderezar esta entrada. En cambio, prefiero ir al grano: a veces me asusta la presión que hay en el deporte, no a nivel profesional, sino a nivel popular. Suelo tener la sensación de que si no has hecho, o vas a hacer, una carrera de larga distancia (metamos el maratón aquí), no te toman en serio. Muchas veces me encuentro con gente no tan afín a este deporte y hablamos de Transvulcania. La conversación nos lleva, con bastante celeridad, a una pregunta fatal, que por qué no hice la larga, o a una indirecta asesina, hacerla toda sí que tiene mérito. Y esto último no lo niego. No. Por esto mismo, días después de que se me encendiera algo dentro y me inscribiera en Cabra Trail, me planteé si realmente era yo quien quería hacer esta carrera o me estaba dejando llevar. 

Sé que no es fácil entenderme, pero sentía que acababa de comprometerme a hacer un maratón de montaña, algo grande, para satisfacer y cumplir las expectativas de otros y no las mías. No hablo de mi gente, sino de la "burbuja runner". Estuve a punto de dar marcha atrás, pero me templé y me paré a pensar. Unas cuantas palabras atrás dije que llevaba tiempo desmotivado, sin ningún aliciente para correr más contundente que el simple hábito, y eso me estaba cansando. De hecho, dejé de hacerlo y empecé a escalar. Durante esa pausa, me senté conmigo mismo y llegué a la evidente conclusión de que hacer una media maratón no me motivaba. Controlo esa distancia, no me supone un reto, y no es suficiente para motivarme a salir a entrenar como debería. Tampoco creo que me sintiese demasiado feliz y orgulloso al acabarla. En la línea de salida, obviando los infortunios, ya sabría que iba a terminar. Y no es eso lo que necesito, sino la incertidumbre de no saber que me haga esforzarme. 

Es eso lo que necesito para volver a salir a correr con ganas e ilusión, afrontar algo nuevo y que me suponga un reto. De eso vive el hombre. Ahora es cuando entiendo a todos los que siempre van a por el más grande. Esa sensación hueca y vacía que deja haber superado algo tiene que llenarse con otra cosa. A veces es una carrera más larga, a veces es una más rápida, o cambiar de deporte, pero te tiene que quemar por dentro y hacerte feliz, si no, no sirve de nada. Ahora lo entiendo. Es el momento de dar un paso adelante e intentarlo, si no lo consigo, no pasará nada. Volveré a lo de antes, y cuando me sienta preparado de nuevo, lo intentaré, sin más presión que la mía propia. Voy a por mi primer maratón, sin pensármelo más.

4 comentarios:

  1. Joder, lo primero que vi fue el dibujito de 72 kilos y pense, ya se animo el Bryan a escribir sobre la Maraton de Santa Cruz ;)

    Jeje, fuera de bromas, fantastica entrada, de las mejorcitas, y fantastica reflexión. Cuantas veces me he visto en esas tus palabras, tremendas. Y la ultima, hace poco, despues de formalizar mi inscripción a esa Maraton de la que hemos hablado. Y es que los mismos que me dijeron que podia hacer la Transvulcania sin mucho problema son los que me llaman loco ahora. Lo que ellos hacen esta ok, lo que ellos no, esta kaka. Es asi de simple. Para algunos es reto si ellos lo han conseguido, si quien se lo plantea es otro y ellos no se ven capaces, ya no. El reto es de cada uno, de hecho la misma palabra lleva eso implicito.

    Ah, disfruta que de eso se trata. Yo lo decidi tras la Blue del 2012. Me vi tan muerto y me costo tanto recuperar que lo decidí, para mi 42 kms por la montaña ya supone un reto y las veces que me he puesto en la linea de salida no las tenia todas conmigo. Como tu dices, 21 km, a pesar de que suene prepotente, no supone "vertigo".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uf, ya lo hemos hablado alguna vez, una maratón en asfalto se me presenta como imposible ahora mismo.

      Exacto, el reto es de cada uno, y son tan válidos unos como otros. Qué acertada es esa frase. A veces parece que se nos olvida que corremos, o hacemos deporte, por el simple hecho de pasarlo bien y salir del sofá.

      Muchas gracias, es el mejor consejo que me puedes dar, pues de eso se trata. Tu experiencia me sirve de mucho, que lejos de amargarte ya has acabado más de una maratón. Mucha suerte en la nueva que pretendes. Ya hablaremos para entrenar. Cuídate mucho.

      Eliminar
  2. Brian, es cierto. Hay mucha gente que no te tendrá en cuenta por hacer 10 km en p.ej. 35 minutos y te alabarán por haber corrido un maratón en p.ej. 5 horas... Ultimamente se valora mas el QUE que el COMO... en mi opinión un gran error.
    Hagas lo que hagas que siempre sea lo que satisfaga tus inquietudes, ilusiones y ganas, y nunca te dejes arrastrar por esa presión de lo que la gente diga...
    Creo que es vital para no dejar nunca de disfrutar de este deporte.
    Un abrazo y mucha suerte en tu reto.

    ResponderEliminar
  3. Hola Miguel, tiene muchísima lógica y razón tu comentario, y eso amigo, no abunda en la "burbuja runner". Como bien dices, se valora más acabar una carrera de larga distancia, aunque se camine en la mayor parte del recorrido, que volar en un 10 K. Y las dos cosas tiene muchísimo mérito.

    Eso es, hay que hacer las cosas porque uno quiere y le apetece, y no hay más.

    Otro abrazo para ti, y muchas gracias.

    ResponderEliminar