lunes, 8 de junio de 2015

Por qué no corrí Transvulcania maratón

Es casualidad, pero mañana hará justo un mes desde que se celebró Transvulcania, la carrera que debería haber hecho y no hice. Durante este mes pocas veces he tenido tiempo para escribir esta entrada, y cuando lo he tenido, me han faltado ganas. Ya sabía que me esperaban unas semanas complicadas. Se me unía el trabajo, otros compromisos, los proyectos de clase y los exámenes, pero hoy me he hartado. En la Universidad, aunque parezca increíble, hay profesores que creen que la capacidad memorística es más importante que la razón o la lógica. Que me perdone el profesor, pero prefiero invertir mi tiempo en otra cosa. 


Fuente: 72 Kilos
No corrí Transvulcania porque me puse malo, pero expliquemos los antecedentes. En lo que a forma física se refiere, creo que llegaba mucho mejor que para mi primer maratón de montaña. Había logrado entrenar con más asiduidad y encontrar a un nuevo compañero de fatigas, más rápido que yo, que me había hecho coger un puntito de chispa que antes no tenía. Además, en la carrera que me había marcado como test me encontré bastante bien. Salí reservón y poco a poco apreté hasta acabar Pinolere Trail con la sensación de que podría haber dado más de mí. De eso se trataba. 

Aparte de la carrera en sí, me hacía mucha, pero mucha ilusión el día antes. TRAILRUNNINGReview iba a entrevistar a los corredores y yo también iba a hacerlo. Tengo el anhelo de poder vivir periodísticamente de esto, así que cuando me dieron la oportunidad de echarles una mano mis prioridades cambiaron: lo que menos me importaba era la carrera. Soy una persona fría, me cuesta expresar lo que siento, y a veces no valoro demasiado lo que logro, pero estar cerca de corredores como Ryan Sandes o Luis Alberto Hernando me hizo muy feliz. Durante el viernes previo a Transvulcania descubrí como trabajan los periodistas desde cerca y me encantó. También tuve una conversación con Depa que se me quedará grabada para siempre. Un periodista tiene que ser honesto, me dijo.

Para colmo, una casualidad hizo que me llamaran para comentar la retransmisión por streaming de Transvulcania. Flipé, sí. Fue algo inesperado, producto de estar en el lugar adecuado en el momento exacto, una de esas cosas que solo suceden una vez en la vida. En este aspecto, en el mediático por llamarlo de alguna forma, fue un fin de semana redondo. 

Antes de cenar el viernes ya me encontraba congestionado de la nariz. Es algo que me suele pasar, por lo que no le di mucha importancia. Lo tenía previsto así que llevaba unas tiras para la nariz por si acaso. Sin embargo, una vez en la cama, sobre las dos o tres de la madrugada, respiraba con muchos problemas. Nunca había tomado suplementos o vitaminas, pero esta vez para reforzar mis defensas y no caer enfermo la semana de la carrera lo hice. Cuando uno deja de entrenar las defensas se deprimen. Sin embargo, justo esa misma semana y no otra, mi hermano pequeño cogió la gripe. Me lo tomé a broma y no le di importancia, pero la verdad es que a la hora de levantarme para hacer el maratón tenía fiebre, dolor de cabeza y no podía respirar bien. 

Tenía bastante claro que en esas condiciones no iba a poder salir. De hecho, cuando solo notaba que me costaba respirar, ya se lo había advertido a mi pareja. Creo que sobre las cuatro de la madrugada decidí intentar dormir y esperar a ver cómo me encontraba más tarde, pero no mejoré. Me puse peor. Se lo dije a mis amigos y me comentaron que lo intentara o que fuera hasta la línea de salida y decidiera allí, pero no quería. Estaba realmente mal y solo quería dormir y descansar. Así que, aunque en el momento me costó, preferí quedarme en casa. De haber hecho lo contrario, yo y los que me rodean lo habrían pasado bastante mal. 

Tomé la decisión acertada. Fue duro, estaba allí para hacer la Transvulcania. Todas las horas de entrenamiento se quedarían en nada. Las horas que me había privado de sueño, que había robado a mi familia, a mis amigos y a mi pareja se quedarían en nada. Todo el esfuerzo quedaría en vano. Pero no hay que ponerse dramático, siempre he pensado que correr es un complemento de mi vida y no el motor. No corro porque sea rápido, sino porque me libera, y no necesito ponerme un dorsal para sentir eso. Es obvio, pero si pasan los años y sigo corriendo porque me gusta y no por otra cosa, habré tenido éxito. Esa es la carrera que quiero ganar.

Dicho todo esto, a La Palma volveremos. Seguro. 

2 comentarios:

  1. Una decisión difícil seguro. La verdad es que he tenido la suerte de no tener que enfrentarme a ella, pero conociéndome me habría puesto en la linea de salida y luego pasa lo que pasa. Lo más importante es la última frase, volverás y podrás disfrutar de la carrera como te mereces...

    ResponderEliminar
  2. Es muy complicado decidir. Pasé la noche del sábado tiritando y empapado en sudor por la fiebre, no quiero ni imaginarme qué me habría pasado si hubiese optado por salir.

    Exacto Sergio. Transvulcania me ha ganado dos veces y aunque prudente, también soy algo cabezón, así que volveremos.

    ResponderEliminar