domingo, 7 de julio de 2013

¿El corredor popular fracasa?


Antes de intentar responder a esta pregunta, que adelanto ya, no tiene una fácil respuesta para mí, voy a explicar qué me hizo plantearme esta cuestión, de la que estoy seguro que de una forma u de otra todos nos hemos hecho cuando una carrera, reto o entrenamiento no nos ha salido del todo bien. 

Hace ya algo más de una semana desde que el corredor norteamericano Anton (Tony) Kupricka, que ha amagado con correr la Transvulcania en la isla de La Palma en dos ocasiones y que presume de ser un símbolo del minimalismo a todos los niveles, abandonó su intento de completar la ruta Nolan's 14. La explico de forma muy escueta: se trata de hacer cima en 14 montañas con una altitud superior a los 4000 metros, el recorrido es elegido libremente por el corredor, puesto que el objetivo principal es llegar a la cumbre de esos 14 picos (la ruta de Kupricka rondaba las 100 millas, 160 kms). Eso sí, de una sola vez, en un límite de 60 horas y sin la ayuda de liebres o escuderos, que tan populares son en las carreras americanas, véase la Western States. En resumen, un tópico, pero cierto, reto a la altura de muy pocos. 
Como he dicho antes, tuvo que abandonar, pero no dejó desprovisto al Trailrunning de otra epopeya más, sino todo lo contrario, la crónica que publicó en su blog es un relato de lo que a veces se nos escapa, la élite también es humana y esto amigos, es duro para todos y si vas mal, no perdona a nadie... Pero lo mejor es su forma de afrontar el "fracaso" y cómo explica que no se arrepiente de haber tomado tal decisión, me paro aquí. (Su crónica en español) 

Me paro aquí porque si un corredor de nivel mundial es capaz de asumir que tiene un mal día, y que si persiste puede llegar a poner en riesgo su salud, por qué no íbamos a hacerlo nosotros, aficionados, que tenemos que hacer malabares con los horarios para poder entrenar, que nos pagamos todos lo que necesitamos para correr y que en muchos casos vamos a las carreras con la única ilusión de pasar un buen rato y acabar en buenas condiciones para cumplir con las obligaciones del día siguiente. 

Lo que digo con esto es que a veces, y en mi caso particularmente, nos puede el orgullo o las ganas y seguimos forzando el cuerpo cuando no toca, como diría Iker Martin Urribeta en su blog Correr no es cobardes si no vas a sumar, al menos, no restes, para, descansa y vuelve a casa, mañana será otro día. Creo que el corredor popular no fracasa y lo digo yo, que me hundo cuando no consigo hacer lo que me propongo, o cuando siento que no he estado del todo bien en una carrera, pero aún así, opino que el fracaso para el corredor popular está en dejar de correr, en dejar de disfrutar. 

No digo que no tengamos que esforzarnos e intentar dar siempre un poquito más que ayer, pero hay que saber diferenciar entre el "día gandul" del "día de quedarse en casa". En el primero, con poner un pie delante del otro nos basta para activarnos, pero en el segundo, puede que sólo necesitemos quedarnos en casa para ver una peli o dar un suave paseo. No hay que tener miedo de quedarse en casa, a veces, una retirada a tiempo es una victoria. 



                                Tony Kupricka durante Nolan's 14                                                                Ultimate direction









No hay comentarios:

Publicar un comentario