jueves, 7 de agosto de 2014

Miedo

Dicen que el miedo es una reacción natural. Dicen que es la respuesta humana ante una situación nueva o inesperada. Desde que hace dos semanas dije abiertamente que iba a hacer mi primera maratón de montaña no había tenido miedo, ni nada parecido, pero en la primera semana de entrenamiento he empezado a sentirlo.

                                                                                      Fuente: Gone For a Run



La alarma vino hace un par de días, durante el rodaje. Mi cabeza empezó a dar vueltas hasta dar con una pregunta, "¿Bryan, y si algo sale mal?". Creo que mi estado físico, dolorido tras las primer cuestas y la adaptación a la pisada de mediopie, aceleró todo el proceso. Pero, si somos realistas, esta pregunta era inevitable, y creo que es mejor atajarla ahora que dejarla correr. Por eso, voy a usar este blog de psicólogo para tratar de responderme a mí mismo.

¿De dónde viene ese miedo? En cuanto a la preparación tengo algunas dudas. Mi plan inicial era, y es, de diez semanas, pero viendo el de algún maestro corredor y tuitero, me entró cierto pánico. Una vez superada la crisis, y tras devolver a su sitio a lo que en ese momento acompañaban a mi nuez, llegué a la conclusión de que es suficiente. La base y el volumen de kilómetros, por suerte, lo tengo, así que creo que seré capaz de llegar en buenas condiciones. Dicho esto, la única diferencia con respecto al plan que usé para Transvulcania (21 km) está en la tirada por montaña, que es más larga. No, no me estoy preparando una media igual que una maratón, es que para la media quizá entrené más de la cuenta.

Del final del párrafo anterior viene el canguelo. ¿Y si después de tanto entrenar no soy capaz de terminar corriendo? (Nota: en Transvulcania caminé hasta la meta desde el kilómetro 18, aprox.) Algo me dice que es un miedo común en los corredores, pero tiene fácil respuesta: "pues, lloras, te desahogas, y lo vuelves a intentar. Habrá más oportunidades". Una de las cosas que más me preocupa es el número de horas que estaré en carrera. Aunque suene feo, me suelo aburrir de correr y del monte cuando paso las tres horas, aunque bien es cierto que suelo entrenar solo. Tengo que adaptarme a estar en la montaña durante más tiempo, y la simple tensión de la carrera evitará ese falso tedio. La alimentación para la prueba hay que probarla, y en esto tengo un cacao enorme. Puede que lleve a mi madre a cuestas para que me vaya avituallando.

Esta publicación la dejé a medias -error de mal escritor- y de un día para otro, puntualizo, de un entrenamiento para otro, las sensaciones han cambiado. Hoy he hecho un fartlek, este ejercicio me cuesta bastante y sufro mucho. Los intervalos de velocidad se me hacen eternos, y los periodos de recuperación minúsculos. En el fartlek hay un desfase temporal. Sin embargo, me sentí con ganas haciéndolo. Se me hizo corto, y acabé riéndome de lo que pensaba dos días atrás. El miedo, como todo lo malo, se supera, y no hay otra. Que no sirva de precedente, pero voy a usar una frase futbolística. Valdano dijo una vez que el fútbol es un estado de ánimo. No sé si el fútbol, pero correr seguro.

4 comentarios:

  1. Los miedos al principio son normales incluso buenos. Más que miedos son de dudas. Nada extraño en un novato ante lo desconocido.

    En cualquier caso...no hagas caso. El miedo paraliza y la fe y la confianza nos hace avanzar.

    Ya sabes con cual de las dos opciones tienes que quedarte. Ánimo
    Un saludo

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  2. Exacto, son dudas, y la verdad, es que te hacen entrenar con un poco más de motivación. Veamos si al final paso la prueba.

    Me quedo con esa reflexión, muy buena.

    Muchas gracias Novatillo.

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  3. A la montaña todo el respeto del mundo, pero nunca miedo porque te condicionada. ¿Que es lo peor que puede pasar, que te tengas que retirar? Seguro que así aprenderás muchísimo más. Sigue adelante que tu puedes con esos 42km.

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    1. Claro que sí Ángel, no puede pasar nada malo, y si pasa y me retiro, se vuelve a intentar. Por suerte la mayoría no somos profesionales y corremos por disfrutar y superarnos, eso eso lo que debemos recordar. A veces es más importante cuidarse en salud y de la familia que seguir hasta la meta medio lesionado. Dicho esto, creo que estoy en el camino de poder acabarlos. Un abrazo!

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